Este control, permite mantener en todo momento un nivel de energía mental suficiente para permanecer en situación de vigilancia ante cualquier información importante del profesor. Esto permite que los alumnos esté atentos en clase y se concentren en la información que reciben.

Los profesores perciben que algunos estudiantes muestran signos evidentes de fatiga mental. Y los propios alumnos expresan dicha dificultad con expresiones como: «La escuela es un rollo» o «Me cuesta muchísimo mantener la atención en clase».

Muchos de estos niños reaccionan al cansancio mental compensándolo con actividad física. Es decir, es como si necesitase gastar energía física para contrarrestar su fatiga mental.

¿Cómo ayudarle?

• Se le pueden asignar distintas tareas que le permitan descargar esta energía física. (Encargarse de los recados de la maestra durante las clases).

• Cuando esté distraído la maestra puede avisarle con un golpecito en el hombro en lugar de ponerlo en un aprieto delante del resto de compañeros, llamandole la atención. Esto permite compensar su dificultad para estar alerta y evita las humillaciones.

• En momentos de máxima fatiga permitirle retirarse a un rincón de la clase, para realizar otras actividades.